Cada cierto tiempo, se tiene constancia de la presencia de especies exóticas en nuestras aguas, y como ya hemos comentado en muchas ocasiones, el asunto es cada vez más preocupante. Desde la expansión imparable del Siluro por el bajo Guadalquivir hasta la constancia de la presencia de Castores en este año pasado en el alto Guadalquivir.
Como ejemplo os pongo dos especies de las que se tiene constancia en los últimos años:
El pez llamado Moroko de Piedra (Pseudorasbora parva), originario de Asia, lleva algo más de una década avistado en algún río de la provincia de Cádiz. Hay estudios que denuncian su presencia en los ríos Guadiaro y Hozgarganta de esta provincia.
Moroko de Piedra (Pseudorasbora parva)
Como veis, es un pez de pequeño tamaño, 4-6 cms. que puede llegar a un máximo de 11 o 12 cms. pero que no os engañe su tamaño, que estos peces, al ser muy adaptables a las distintas condiciones del medio, y al ser muy prolíficos en la reproducción, pueden colonizar zonas con relativa facilidad, siendo casi imposible su eliminación.
Moroko de Piedra (Pseudorasbora parva)
Uno de los principales problemas que pueden acarrear a nuestro ambiente, es su alimentación: invertebrados, huevos y alevines de otras especies de peces. Lo que puede llegar a afectar a las puestas o alevines de especies nuestras autóctonas, según el número en los que se presenten.
Es importante, que no bajemos la guardia para que algunos pescadores desaprensivos, o que por desconocimiento, utilicen estas especies exóticas como cebo para la pesca (que además como sabéis no se puede utilizar peces naturales como cebo), liberando algunos ejemplares vivos, y produciendo poblaciones de especies que nunca debieron llegar a ese lugar.
Otro ejemplo de introducción de especie irregular en nuestras aguas:
Desde el año pasado 2023, se tiene constancia de la presencia de Castores en la zona alta del Guadalquivir. Zona de Villatorres y Torreblasconpedro en la provincia de Jaén.
Castor Europeo (Castor fibe)
El castor Europeo (Castor fibe) desapareció de las aguas de la península ibérica hace muchísimos años, y en las últimas décadas es constatada alguna reintroducción. Hasta el año pasado se tenía constancia en aguas del Ebro y en río Tormes en la Cuenca del Duero.
Sin embargo desde el año pasado, y después de encontrar huellas en el río Guadalquivir, se comenzó a hacer una inspección de zonas , hasta confirmarse su presencia en nuestras aguas.
Huellas de Castor
Dando por hecho que la especie introducida, es el Castor Europeo, (que no el Castor americano), la simple introducción irregular de una especie en zonas donde ya no habita (aunque lo hiciera en el pasado), es un hecho que puede ser desastroso para el resto de las especies animales que allí habitan. Y la gravedad del asunto radica, en varios factores a tener en cuenta:
Desconocimiento de impacto sobre el resto de especies con las que cohabite, modificación del medio por su actividad (ya sabemos la actividad del castor y la posible modificación de los flujos de aguas), descontrol de las poblaciones (no hay un seguimiento de las poblaciones), y problemas sanitarios (en muchos casos estas nuevas especies portan enfermedades a las existentes).
Castor Europeo (Castor fiber)
Por todas estas razones entre muchas, es importante que este tipo de introducciones ilegales, sean por descuido, por error, por desconocimiento, o como parece en este caso a manos de "ecologistas" sin preparación, se eviten en todos los casos. Estemos muy alertas con esta situación que cada vez se nos complica más, y ya que no existen los cursos de formación para pescadores, los que ya tenemos conocimiento de esta circunstancia, podemos transmitirle a los nuevos pescadores la importancia de evitar la aparición de cualquier especie exótica en nuestras aguas.
Un abrazo y buena pesca!
Javier Troncoso
